martes, 6 de diciembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
Sir E. Bulwer Lytton
domingo, 11 de septiembre de 2011
Cinco minutos
sábado, 27 de agosto de 2011
If
If you can keep your head when all around you
Are losing theirs and blaming it on you;
If you can trust yourself when all men doubt you,
But make allowance for their doubting too;
If you can wait and not be tired by waiting,
Or, being lied about, don't deal in lies,
Or, being hated, don't give way to hating,
And yet don't look too good, nor talk too wise;
If you can dream—and not make dreams your master;
If you can think—and not make thoughts your aim;
If you can meet with triumph and disaster
And treat those two imposters just the same;
If you can bear to hear the truth you've spoken
Twisted by knaves to make a trap for fools,
Or watch the things you gave your life to broken,
And stoop and build 'em up with wornout tools;
If you can make one heap of all your winnings
And risk it on one turn of pitch-and-toss,
And lose, and start again at your beginnings
And never breathe a word about your loss;
If you can force your heart and nerve and sinew
To serve your turn long after they are gone,
And so hold on when there is nothing in you
Except the Will which says to them: "Hold on";
If you can talk with crowds and keep your virtue,
Or walk with kings—nor lose the common touch;
If neither foes nor loving friends can hurt you;
If all men count with you, but none too much;
If you can fill the unforgiving minute
With sixty seconds' worth of distance run
Yours is the Earth and everything that's in it,
And—which is more—you'll be a Man my son!
Rudyard Kipling
domingo, 21 de agosto de 2011
Apuntes sobre Jung (parte 3)
martes, 16 de agosto de 2011
Linger
sábado, 6 de agosto de 2011
lunes, 16 de mayo de 2011
Apuntes sobre Jung (parte 2)
Este proceso es quizás, el verdadero sentido de la vida. Aunque arquetípico, sus variantes y posibilidades son tantas como cada uno de los individuos que existen, por lo que el camino que recorra cada uno, solo es válido únicamente para esa persona que lo recorre.
domingo, 24 de abril de 2011
Apuntes sobre Jung

O aproximaciones a una psicología alquímica (parte 1)
¿Que buscamos cuando nos miramos a nosotros mismos? ¿Qué vemos?
Algo hay en algunos de nosotros que nos lleva a cuestionarnos. Que nos hace inconformes y padecientes del mundo, como un animal sacado del bosque en el que vive y llevado a vivir a otro lado, que tiene arboles y tierra, pero que no es bosque y mucho menos el suyo. Tanto tiempo en ese lugar, el animal empieza a perder conciencia de sí mismo (y muchas de sus capacidades se duermen, puesto que no son compatibles con ese entorno en el que vive).
Navegar por los mares del “si-mismo” junguiano es el trabajo del hombre que siente que no está en su bosque y quiere recordarlo, puesto que ansía el regreso sin saberlo.
El si-mismo es la piedra filosofal, o la materia prima de ésta. Se conforma de la sumatoria del consciente y del inconsciente, de la unión de los opuestos. Es la totalidad del ser. Este sí-mismo no es ajeno al mundo exterior, sino que se integra con él, conformando el inconsciente colectivo. En este gran “todo”, Jung explica la existencia de una relación entre la psique inconsciente y la materia.
El hombre corriente solo tiene en cuenta a la consciencia ordinaria y no se integra con la totalidad de su ser, y así el sí-mismo no se le revela. Podría decirse que “padece” a su inconsciente.
Pero el impulso interior de la realidad humana no puede ser detenido, aunque si adormecido. La insatisfacción que se siente frente al mundo o los abismos del vasto campo del inconsciente se revelan en los sueños, que expresan en símbolos las necesidades del inconsciente y arrojan pequeñas migas de pan en el camino de Hansel y Gretel.
Navegar por el sí-mismo debiera acercarnos a la “individuación” o el estado de realización personal. Esto no es lograr todos los bienes que uno quiere, sino la plena consciencia de nuestro sí-mismo. Es sentir la unidad. No es un conocimiento intelectual, es una transformación vivencial que no solo es pensada, sino fundamentalmente sentida, aprehendida.